Existe un vínculo altamente documentado entre el Cannabis y la Salud Mental. Generalmente se recomienda que las personas con antecedentes de enfermedad mental, eviten el cannabis a toda costa. Un aproximado de 1 de cada 5 personas experimentan una afección de salud mental cada año y 1 de cada 33 experimentan psicosis en su vida.

Por lo que ¿la abstinencia es la única opción? O ¿existe un término medio en el que las personas con enfermedades mentales puedan consumir cannabis?

Algunos expertos sobre el tema insisten firmemente en que el cannabis causa enfermedades mentales, mientras que otros creen que los datos reflejan que las personas con predisposición a las enfermedades mentales tienen más probabilidades a sentirse atraídas por el cannabis.

Pero en lo que todos están de acuerdo, es que las personas con antecedentes personales o familiares de enfermedad mental, deben tomar medidas para reducir el daño si eligen consumir cannabis.

Si bien el THC podría causar paranoia en personas sin enfermedades mentales, estudios sugieren que aquellos que desarrollan una enfermedad psicótica en respuesta al consumo de cannabis estaban predispuestos a ella.

Sin embargo, si alguien con antecedentes mentales decide consumir cannabis, existen maneras de reducir el daño.

Si bien, la abstinencia es la forma más efectiva de evitar riesgos psiquiátricos, el retrasar el consumo de cannabis el mayor tiempo posible, e idealmente hasta después de la adolescencia es la mejor opción.

“El tema clave, creo, aquí realmente tiene que ver con el desarrollo del cerebro. Uno querría minimizar el uso antes de que se desarrolle el cerebro. Y normalmente diría que idealmente hasta los 24 o 25 años. Pero quiero decir, tiene que ser después de la edad de 21 años, seguro.” Dice la Dra. Romina Mizrahi, MD, profesora de psiquiatría en la Universidad de Toronto.

Otra opción que se recomienda es que se opte por consumir cannabis con un contenido de THC más bajo en general y una mayor proporción de CBD.

Esto se debe a que el THC es psicoactivo y se ha demostrado que el CBD reduce los efectos secundarios del THC.

Por último, recuerda que se debe comenzar con dosis bajas y consumir lentamente para reducir el riesgo de efectos secundarios. Si percibe alguna experiencia mental angustiante, debes dejar de consumirlo temporalmente y buscar ayudar medica.

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